En la sección anterior (contar historias) reconocimos la importancia de elaborar un relato autobiográfico para exponer y mostrar en detalle escenarios injustos. Sin embargo, más allá de visibilizar realidades es fundamental pensar cómo deseamos que la situación se modifique, y qué cambios deben suceder para reducir y erradicar injusticias como las narradas.
Así, del relato original vamos a necesitar desarrollar detalladamente las características y condiciones de un escenario superador, junto a un mapa con los  pasos a seguir.

Educación

Transformar nuestros relatos en recursos educativos/pedagógicos es una forma efectiva de generar un impacto a largo plazo.

Cada historia se vuelve un medio para profundizar la investigación sobre la temática y desarrollar desafíos de trabajo, orientados a fomentar un debate y un proceso de elaboración desde el trabajo en clase.

Si reconocemos la educación como un elemento imprescindible para cualquier transformación deberemos entonces ir más allá de nuestro rol inicial de cronistas autobiográficos para concebir y gestar escenarios superadores que permitan a la audiencia involucrarse más allá de la mera lectura, abandonando el rol de testigos o críticos ajenos a la realidad, reclamando su propio lugar como protagonistas en la transformación de realidades injustas.

Formalización

El trabajo realizado por personas debe enmarcarse formalmente dentro de la actividad de organizaciones, implicando a su vez cambios en la implementación de acciones institucionales. De esta manera, el impacto de nuestras acciones habrá de resistir el paso del tiempo, habilitando transformaciones profundas a largo plazo.

Para esta instancia, fundamental en el proceso de transformación, intercede el Centro Cultural de la Innovación, CCi. Conocé más sobre el CCi en su sitio oficial -CCi.ar- y redes @CCifuturo