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Me llamo Natalia Velazquez, naci hace 41 años en el hospital Penna con cataratas congénitas, lo que me hace una persona con discapacidad visual, víctima recurrente de episodios de discriminación.
De chica a mi mamá le dijeron “no va a ser capaz de estudiar” y en la escuela 507 para ciegos y disminuidos visuales recibí formación elemental, sin contar ni apenas con el primario completo.
La exclusión se repitió a nivel laboral y personal en un entorno familiar violento. Con los años la violencia se reiteró en mi matrimonio. Pero pero pude separarme y con el tiempo sentirme mejor.
Comencé a entender muchas cosas y a elaborar una comprensión de lo me tocó vivir.
Salí adelante, viví sola, logré independizarme.
Me sostengo en lo económico con la pensión por discapacidad visual y lo que cobro por trabajar en el taller protegido del instituto Luis Braille Bahía Blanca.
Alquilé mi pieza, pasé por la separación y logré estudiar personal doméstico. Pude terminar el primario y seguir con el tema del estudio. Terminé el secundario con el plan fines. Y seguí con el curso de elaboración de alimentos, uno informática, teatro, música y hasta el de auxiliar de escuela.
Fui a anotarme al consejo escolar para ser portera, pero me dejaron afuera por ser persona inexistente, dice el sistema que se llama ABC.
Decidí contar mi historia para transformar las injusticias en este sistema. ¿Me acompañas?
